DESDE AQUEL PUERTO...
El sol comenzaba a emprender su huida vespertina, el cielo era rojo grisáceas nubes como brasas a medio apagar, solo veía detenidamente desde aquel puerto el horizonte, aquel puerto que tu barca vio partir... el olor del mar y el viento acompañaban mi meditación, me encontraba ahí solo en aquel puerto como lo hice durante muchísimas tardes…
“¿Que es lo que espera Amo? “
Mi escudero se acerco lentamente a mi buscando respuesta a esa y varias interrogantes.
“La Espero a Ella…”
Le respondí sin siquiera voltear a verlo mientras seguía contemplando la belleza a mí alrededor y mi mente se dejaba inundar de recuerdos, por un momento quedamos en silencio y de nuevo volvió a preguntar:
“¿Quién es ella a quien espera?”
Suspire y replique ante su cuestionamiento:
“Ella…, Ella es una Princesa, se fue hace mucho en busca de una mejor vida y aventura, se fue para luchar contra los demonios que la acechaban, contra la realidad y contra su ser”
Mantuve mi pose inmóvil y sin voltear, la marea comenzaba a subir, la resaca era mas espesa y el canto de las gaviotas daba a lugar.
Nuevamente continúo el interrogatorio y pregunto:
“¿Qué pasa si ella No vuelve Amo?”
Cerré mis ojos por un momento y replique:
“Ella volverá, siempre lo hace… lo hace para contarme su triunfos y sus derrotas, me cuenta de gloria y amor perdido, de el triunfo del acero de su espada, de los tesoros que obtuvo, de sus miedos antes de cada partida por ser una lucha distinta, se que volverá pero tal vez un día vuelva acompañada…”
Mi lacayo quedo en silencio unos segundos y con una voz muy seria replico:
“Eso seria muy triste para usted mi señor y sin embargo esta aun aquí esperándola… ¿Por qué no va a mar abierto a buscarla?, ¿Por qué no se embarca a la aventura tras de ella? Tráigala de vuelta consigo y estén de nuevo juntos “
Sonreí por un momento y suspire muy profundamente para poder a continuación responderle:
“Porque ella no quiere ser buscada, ella no busca ser rescatada, ella esta probándose a si misma y quiere conocer sus propias fuerzas, su espada es su voluntad, yo soy solo parte de su escudo y su refugio, soy la esperanza que la hace volver, porque todos tenemos la necesidad de creer y el saber que alguien nos espera, además… yo también tengo mis propias batallas que lidiar por acá”
El escudero asombrado ante mis palabras quedo perplejo, y al razonar un poco mis palabras dijo:
“¿Y que pasaría si al volver usted esta acompañado por otra mujer Mi señor?”
Me reí por un momento y entonces di la media vuelta viendo a los ojos a mi escudero, entonces le conteste:
“Ese es el riesgo que ella acepto al irse de este lugar… quizás cuando vuelva no me necesite a mi, quizás cuando ella vuelva tampoco la necesite a ella, pero tampoco la voy a olvidar, aun conservo en mi boca el sabor de sus piel y sus labios se que ella aunque lo niegue también los conserva”
Camine hacia mi corcel dejando al pobre muchacho sin palabras y antes de emprender la fuga saco a la luz su última interrogante:
“¿Quién esa Princesa de la Que Habla mi señor?”
Mire al cielo y con la mirada me despedí del mar para posteriormente proceder a contestar:
“Ella es la Princesa del Poder, No es cualquier Mujer, es mi Amada Esmeralda y la bruja que alguna vez me Hechizo… Ahora en Marcha amigo mío que aun tenemos batallas que luchar y caminos que recorrer”
Entonces tome las riendas de mi caballo y galope alejándome de aquel lugar lleno de nostalgia un lugar que quizás tal vez no volvamos a ver ninguno de los dos…
Me gustó mucho, creo que todos hemos pasado por esa posición de esperar a alguien o sentir que alguien espera por nosotros, esa sensación de confort es bonita aunque el riesgo del olvido o del remplazo (Jaja) siempre estará ahí.
ResponderBorrarSaludotes